viernes, 27 de febrero de 2009

Rabino Zev Leff - Vivir para Trabajar



El trabajo puede ser satisfactorio y ennoblecedor, pero sólo cuando tiene un propósito y una meta.

"Los egipcios comenzaron a obligar a los israelitas a hacer trabajo destinado a romper sus cuerpos. (Éxodo 1:13)"

- Para mantener a los israelitas ocupados y que no tuviesen tiempo de pensar en las palabras de Moisés anunciando su libertad, el Faraón decretó que los esclavos judíos tendrían que de ahí en adelante recolectar su propia paja, manteniendo la cantidad previa de ladrillos que debían hacer.

¿Por qué el Faraón simplemente no duplicó la cantidad de ladrillos? De esa manera, hubiese forzado a los israelitas a trabajar más duro y se hubiese beneficiado con el doble de producción.

* La Torá describe nuestro trabajo en Egipto como Avodat Parej, literalmente trabajo que rompe a la persona.

Avodat Parej esta definido como trabajo que no tiene propósito alguno y esta diseñado sólo para mantener al esclavo ocupado (ver Leyes de Sirvientes de Maimónides 11:6). Nos está específicamente prohibido hacer trabajar de esta manera a un sirviente judío (Levítico 25:43).

El Faraón entendió que nada disminuye tanto a una persona como no ver el propósito de su actividad, es decir el trabajar sin ningún resultado del cual estar orgulloso.

Por lo tanto puso a los esclavos judíos a construir arei miskenot, que puede ser traducido como ciudades lamentables. Estas ciudades, dice el Midrash, eran construidas sobre cimientos de arena y se derrumbaban inmediatamente después de terminadas, sólo para ser reconstruidas nuevamente. De esta manera, duplicar el trabajo de los israelitas sin doblar la producción encajaba perfectamente con los planes del Faraón.

El trabajo puede ser estimulante, satisfactorio y ennoblecedor, pero solamente cuando es melajá - trabajo con propósito, trabajo con un objetivo. Pero el trabajo sin finalidad (avodá) sólo sirve para quebrar el espíritu de la persona.

Un prisionero, en un campo de trabajo soviético, estuvo en cautiverio en su celda por diez años y fue forzado a girar una manija que sobresalía de la pared de su celda. Se le dijo que la manija giraba un molino de harina en el otro lado, pero al ser liberado, descubrió que la manija no estaba conectada con nada. El comprender que había trabajado sin sentido fue más abrumador para él que los diez años de encarcelamiento.

El Talmud (Beitzá 16a) llama a los Babilonios insensatos por comer su pan con pan. Los ba'alei musar (los éticos judíos) explican que ellos estaban atrapados en un círculo vicioso sin otro propósito que su propia perpetuación. Trabajaban solamente para ganar suficiente pan para tener fuerza para trabajar otro día, y ganar más pan para sustentarse por otro día.

"Trabajar para poder comer, para poder trabajar un poco más, lleva a una vida sin propósito. Cuando la necesidad de ganarse la vida es eliminada de nuestra existencia, esta pierde todo el significado. Es por eso que tantos jubilados se deprimen, e incluso suicidan, cuando dejan de trabajar."

Aquellos con Torá, no deben pasar por esta difícil situación, ya que entienden que todo lo que hacen es para asegurar la vida eterna en el Olam Habá, el mundo venidero. Este reconocimiento da significado y valor a todas las ocupaciones de la vida, mientras más grande es el propósito y objetivo, más significativo es el esfuerzo. "Seis días trabajarás (ta'avod) y harás toda tu melajá, y el séptimo día será Shabat para tu Dios..." (Éxodo 20:9-10).

Lo que transforma el trabajo ordinario (avodá) de una persona en trabajo con propósito, en una actividad creativa (melajá), es Shabat, el adelanto en este mundo del Olam Habá.

La palabra parej puede ser calculada con un valor numérico de 39, correspondiente a las 39 melajot de Shabat, las actividades creativas que se hacían para construir y mantener el Mishkán. Por lo tanto el opuesto de avodat parej - trabajo sin objetivo y sin sentido - es meléjet hamishkán, meléjet Shabat - trabajo con propósito que lleva a resultados eternos.

Muchas veces las mujeres sienten que su trabajo es avodat parej, sin resultados duraderos. La ropa limpia es rápidamente ensuciada de nuevo, la casa es estropeada tan pronto como es ordenada. El resultado de horas de trabajo duro en la cocina no es enmarcado y guardado a perpetuidad, sino que rápidamente devorado.

La clave para hacer estas tareas ennoblecedoras y estimulantes es constantemente recordar su objetivo final: la creación de una atmósfera que permita a cada miembro de la familia funcionar adecuadamente y desarrollar su máximo potencial.

Moisés fue inicialmente instruido a decir al Faraón que los judíos querían abandonar Egipto por tres días de celebración y sacrificio en el desierto. No se le dijo al Faraón sobre el verdadero propósito de la partida para que él pudiese usar su libre albedrío. Si se le hubiese dicho que los judíos querían irse para siempre, hubiese sido imposible que aceptara la petición.

A los israelitas, por otro lado, había que decirles la verdad sobre su partida a pesar de que el plan de tener que conquistar la Tierra pudiese atemorizarlos, ya que el objetivo final de la Tierra de Israel le dio sentido a todo el Éxodo.

* Visto así, podemos entender el siguiente Midrash.

Moisés proclamó, "Yo pequé con la palabra az, y rectificaré [mi pecado] con la palabra az. Pequé diciendo 'Desde que (me'az) me acerque al Faraón para hablar en Tu nombre, las cosas se han puesto peor para este pueblo' (Éxodo 5:23). Y rectificaré [mi pecado] con la palabra az - 'entonces (az) Moisés cantará la canción en el Mar Rojo' (Éxodo 15:1)."

Moisés pecó al aislar temporalmente un hecho - el decreto del Faraón de trabajo adicional - sin ponerlo en la perspectiva de la meta final. Si Moisés hubiese visto el decreto como una etapa más hacia la eventual redención, lo hubiese visto diferente. Moisés rectifico su error cuando cantó en la división del mar no sólo por el momento de presente salvación, sino que por todas las futuras redenciones hasta la resurrección de los muertos. Por lo tanto cantó en tiempo futuro.

La Mishná en Avot (1:3) dice que uno no debe servir a Dios con el propósito de recibir una recompensa.

Maimónides (Leyes de Teshuva 10:1) explica que la recompensa de la cual se habla incluye a recompensa del Olam Habá por cumplir las mitzvot. Más bien, uno debería servir a Dios por amor puro y devoción, sin segundas intenciones en absoluto. Sin embargo la Torá está llena de versículos que nos recomiendan enfáticamente cumplir sus preceptos "para que vivas" o "para que tus días sean multiplicados," (ver por ejemplo, Éxodo 20:12, Deuteronomio 4:1, 4:40, etc.) - que son entendidos como refiriéndose a la vida eterna.

La resolución de esta contradicción aparente es, que el conocimiento de que las mitzvot llevan a la vida eterna da una dimensión e importancia agregadas a la realización de la mitzvá misma - además de cualquier asunto con la recompensa del Olam Habá - y por lo tanto engendra un amor más profundo por los preceptos.

En este contexto, no esta dicho "para que," refiriéndose a una consecuencia del cumplimiento de las mitzvot, sino que "porque" en el sentido de revelar la verdadera importancia de las mitzvot.

El reconocer esa importancia aumenta el amor del Creador, Quien otorgó a su creación significado eterno.

Para apreciar realmente el significado de nuestras ocupaciones terrenales y las mitzvot que constituyen el servicio de Dios, debemos estar constantemente conscientes de que nuestro objetivo final es perfeccionar el mundo cumpliendo la voluntad de Dios.


* AishLatino.com

jueves, 26 de febrero de 2009

Rab Nissim Behar Z''L - Alimento para el Alma

Por. Rab Nissim Behar z"l

* La Mesa

Se relata la anécdota de un Jasid que fue a visitar al Rabí de Tsanz, y llegó cuando estaban todos reunidos en la mesa sentados para comer. Sirvieron pan a todos los presentes, excepto al Jasid que visitaba.

El Rabí de Tsanz ordenó que trajeran también pan para el huésped. Dijo el Jasid: Rabi, no se moleste por mí, ya que no he venido para comer pan.

A lo cual le replicó el Rabí: El alma tampoco ha penetrado en el cuerpo a fin de recibir pan. Sin embargo, si no se le alimenta al cuerpo con pan, el alma se escapa del cuerpo. Lo mismo se refiere a ti: Me temo, que si no te convidamos con pan, también te escaparás!

* Comer no es solo parte del sustento físico.

De acuerdo a nuestros Sabios, la mesa no es tan sólo un lugar para satisfacer nuestro estómago y contentar nuestros deseos. Nuestra principal intención al comer debe ser la de acumular nuevas fuerzas para poder servir a D-s. Debemos comprender que el servicio sagrado no se limita a la oración, sino que abarca toda nuestra vida y acciones cotidianas. Todas las actividades que hacemos deben ser y deben formar parte del culto divino.

Al disponernos a tomar parte de una comida, debemos comportarnos como si nos aprontáramos a cumplir una misión sagrada así como lo escribe el Profeta Yeheskel (41:22):

"Esta es la mesa que esta delante del Señor"

Nuestra mesa reemplaza al Mizbeaj (el altar sobre el cual se ofrecían los sacrificios). Mientras nuestro Santuario existía, , el Mizbeaj era la fuente de la pureza y el perdón; pero, desde que fue destruido el Bet Hamikdash, el Templo de Jerusalem, este altar es reemplazado por nuestra mesa cotidiana.

La existencia física de la persona depende de su mesa, de su alimento. El alma humana depende, a su vez, de la existencia del cuerpo y del alimento.

Ya que el pan es el sustento que mantiene al cuerpo y al alma, presenciamos durante la comida, la existencia mortal de la persona; si no nos alimentamos, seria imposible vivir.

A pesar de que el pan es indispensable para la persona, no es correcto dedicar todas las fuerzas únicamente para el mantenimiento físico del cuerpo derrochando la inteligencia y la conciencia tan sólo para comer pan. Así esta escrito en la Tora: "No es solamente por medio del pan que se sustenta el ser humano", debemos tener presente que este mundo es un período de transición, y todos los seres creados son pasajeros; nuestra vida debe estar motivada por la ambición de regirnos según nos obliga nuestra Santa Ley, y elevarnos, cultivando el espíritu a un nivel superior y purificándonos para poder servir al Creador durante toda nuestra vida.

Las manos del ser humano son el símbolo de la acción, para comer requerimos de las manos, ellas nos llevan el alimento a la boca. Al purificar las manos, simbolizamos que deseamos realizar actos de pureza.

* El aseo de las manos antes de comer evita muchas enfrmidades

Dice el Dr. M.A. Legrand. (Profesor de Medicina, y Doctor de la Marina en Argelia 1948.): No creáis que la razón de lavarse las manos antes de disponerse a comer es simplemente un acto de aseo — existe una causa más importante: En una época en que el estudio de la Bacteriología estaba aún en su comienzo, la gente suponía que todas las enfermedades se originaban del aire. Los métodos de prevención, de contaminación y desinfección eran desconocidos. Se solía lavar las manos únicamente cuando estaban sucias.

En nuestros tiempos, los conocimientos han cambiado. Es sabido, gracias a los estudios bacteriológicos, que muchos microbios penetran al canal digestivo por medio de las manos, que conducen el alimento a la boca y al sistema digestivo junto a los microbios patógenos.

Si el organismo humano está predispuesto a albergar a estos organismos dañosos, el resultado seguro es una infección.

Los microbios se instalan en el estómago, y rápidamente penetran al organismo, ya sea por la sangre, por los pulmones, o por los intestinos, y acarrean muchas enfermedades que dañan a la salud de la persona.

A fin de evitar toda maladía transmitida por las manos, es menester lavarlas con jabón y enjuagarlas antes de comer. Al lavarlas del modo tradicional, las manos estarán libres de suciedad y de microbios. Por medio de la Netilá, (lavado de manos de acuerdo a la Tradición), las manos estarán libres de toda impureza. De esta manera, nos santificaremos, de modo similar al de los sacerdotes (Cohanim) cuando se aprontaban a tomar parte del Servicio Santo.

* El secreto de la existencia de nuestro pueblo

El mayor milagro histórico es la supervivencia de nuestro pueblo a través dos mil años de exilio entre naciones hostiles que constantemente lo acosaron y persiguieron. Las demás civilizaciones antiguas desaparecieron; la civilización judía fue la única que permaneció, a pesar de constituir menos de medio por ciento de la población del globo.

"El secreto de esta supervivencia es el apego de nuestro pueblo y su obediencia a las leyes eternas de la Tora—fuente de su vitalidad, a la vez física y espiritual."

Las leyes de Kashrut, en particular, son la receta del Creador del universo para producir no sólo un físico sano sino también una naturaleza pura y un espíritu claro, que son el fondo verdadero de esta vitalidad.

¡Cuánto debemos cuidar de no perjudicar a nuestra alma y al alma de nuestros hijos al introducir en nuestro cuerpo alimentación no Kasher! y ¡quien sabe si una nueva generación que se ha despegado de lo bello y lo moral no es el resultado del abandono del Kashrut!

* Cuidar las leyes de Kashrut atrae santidad y pureza del alma

Hoy en día después de mas de tres milenios desde la recepción de la Tora en el Monte Sinai, la ciencia descubrió gracias a la bacteriología, que en los alimentos prohibidos existen microbios y parasitos dañinos, como por ejemplo la Triquinosis en el cerdo. Nosotros no requerimos atestiguaciones científicas, pues nuestra ley es eterna.

Esta escrito en el libro de Vayikra (20:25):

"Y difereciaréis entre los animales puros y impuros... No debéis abominar vuestras almas con los animales impuros..."

Ya que la existencia del ser humano depende de su alimento, la ley nos ordenó no ensuciar nuestras bocas con las comidas prohibidas, a fin de mantener la pureza de nuestro cuerpo y alma.

Los Sabios del Talmud afirman: "Los alimetos prohibidos endurecen el corazón del ser humano, y son verdadero veneno para el alma."

* Cuadrúpedos (Behemot) y animales de presa (Jayot)

"Éstos son los animales que comerás, de los que se encuentran sobre la tierra: Todos aquéllos cuyas pezuñas son partidas, con dos uñas, y la apertura es por encima y debajo del pie, y los animales rumiantes, éstos comerás." (Vayikra 11:2-3)

La Tora nos indica dos señales esenciales para diferenciar entre animales puros e impuros:

I - La pezuña debe estar completamente partida
II -El animal hace subir la comida una vez ingerida y la mastica repetidamente (rumiante).

Una behemá o jaya que carece de una de las señales dictadas por la ley, está prohibida. A fin de que no incurramos en errores, la Tora menciona (Vayikra 11:4-7) cuatro animales que carecen de una u otra de estas señales: el camello, el "Shafan" y la" Arnevet", son rumiantes (o sea que mastican los alimentos varias veces) pero sus pezuñas no son partidas. El puerco: No es rumiante, pero sus pezuñas son partidas.

El puerco está claramente incluido entre los animales prohibidos. Recae, pues, sobre nosotros, el deber de no profanar nuestra boca comiendo este animal tan aborrecido por nuestra ley.

* Una prueba de que el Kashrut es Divino

La Ley sobre Kashrut, contiene en sí misma una comprobación de que su origen es divino, y no es necesario que sea aprobada por todo el mundo. Nos referimos a lo siguiente:

Para definir las características que nos permiten conocer a los animales creados por D-s, para servir de alimento al hombre, la Tora nos dice: Sólo son permitidos los animales que tienen pezuñas partidas y son rumiantes. Estas dos condiciones son indispensables, y a falta de una, el animal es considerado "taref". La Tora prosigue a enumerar cuatro animales que solamente poseen una de estas dos señales.

Esta afirmación, según la cual en todo el mundo no existen más que 4 especies de animales que poseen solo una de las señales de Kashrut, constituye la prueba más indiscutible de que las leyes dietéticas de la Tora emanan del Creador mismo; de modo contrario, ¿cómo podría Moshé Rabenu arriesgar a afirmar que en el mundo entero, no existe otro animal con tales características?

Miles de años han transcurrido, y continentes e islas lejanas han sido encontradas; miles de nuevas especies de bestias fueron descubiertas, muchas de ellas poseyendo las dos señales de Kashrut, y otras tantas que carecen de las dos señales. Pero no fue descubierto ni un solo animal que poseyera sólo una de las dos características de Kashrut, lo que desmentiría nuestra eterna ley.

¿Quién podría haber sabido ésto, aparte del Creador del Universo?

Por eso, Moshé Rabenu, mensajero de la palabra divina, podía afirmar con toda seguridad que sólo había cuatro clases (al mismo tiempo que podría haber estipulado simplemente: Todo animal que posee una sola de estas señales, es impuro y prohibido de consumir).

La Ciencia Médica no tiene ninguna explicación para el hecho de que sólo cuatro animales fueron creados con sólo una de las señales. ( A.I. Segal, en el libro: "les Commandements", 1959.)

Cuánto debemos cuidar de observar estrictamente esta receta divina a fin de perpetuar el secreto de nuestra vitalidad y de nuestra supervivencia.

"Vosotros que habéis conservado fidelidad al Creador, gozaréis de vida eterna." (Devarim 3-4)


* Extraído de los libros del Rab Nissim Behar z"l con la autorización de su familia.


martes, 24 de febrero de 2009

Honestidad Extrema



Hace muchos años, cuando el Templo de Jerusalém estaba en pie, vivían allí dos tenderos llamados Rabí Elazar ben Tzadok y Aba Shaul ben Botnit.

Los dos hombres eran vecinos y amigos y se conocían de toda la vida. Pero además de ser amigos, compartían un rasgo de carácter maravilloso y raro - una honestidad absoluta y estricta.

Está relatado en el Talmud que como favor a sus prójimos judíos, estos dos hombres preparaban reservas de vino y aceite antes de cada fiesta para que los vecinos de Jerusalém tuvieran lo que necesitaban para celebrarlas apropiadamente.

Decenas de miles de judíos venían a Jerusalém para las fiestas y se les daba la bienvenida en casas a lo largo de la ciudad. Con tantos invitados, no era ninguna maravilla que sus corteses anfitriones a veces quedaran sin aceite o vino durante una fiesta.

Siempre que eso pasaba, podían ir a lo de Rabí Elazar o Aba Shaul y tomar lo que necesitaban. Claro, ningún dinero se puede usar en las fiestas, pero no faltaba de esas dos necesidades para preparar las comidas festivas.

Incluso durante los días del intermedio de las fiestas de peregrinación de Sukot y Pesaj, los dos generosos comerciantes preparaban de antemano y dejaban disponible su mercadería a aquéllos en la necesidad, para poder pasar su tiempo estudiando Torá.

No sólo practicaban estos hechos de gran bondad, sino incluso en los días laborables eran excelentes en su adhesión a la Mitzvá de la honestidad. Cuando terminaban de colocar los volúmenes de uno de sus recipientes en el recipiente de un cliente, dejaban el suyo encima del recipiente cliente y permitían que las jarras gotearan en el receptáculo del comprador. Sólo entonces estaban seguros que le habían dado todo lo que le pertenecía.

A pesar de sus esfuerzos, los dos rabinos temían que un poco de aceite y vino se había aferrado a los bordes de los jarros. ¿Qué hacían? Cada uno tenía un recipiente especial en el que volcaba las últimas gotas. Durante muchos años, llenaron trescientos barriles de aceite y trescientos barriles de vino.

Un día, decidieron traerlos al Templo Santo. Después de todo, no los consideraban de su propiedad, y tampoco podían darlo a los clientes. Decidieron consagrarlo. Se reunieron con los tesoreros del Beit HaMikdash.

"¿Qué han traído?" preguntaron.

"Hemos traído trescientos barriles de vino y trescientos barriles de aceite para el uso en el Templo. Nos ha tardado muchos años juntarlo, del goteo de los lados de nuestros jarros. No quisimos beneficiarnos con algo que no nos pertenece, y tampoco podíamos darlo a nuestros clientes."

"No era necesario guardar esos pequeños sobrantes," comentaron los tesoreros. "Sus clientes entienden que las gotas se adhieren a los lados de sus jarros, y saben que habrá un poco de pérdida."

"No obstante," los hombres continuaron "No queremos nada que no es legítimamente nuestro."

"Ya que desean guardar esta alta norma, aceptaremos su ofrenda. El aceite y el vino se usarán para el bien de la comunidad. Los venderemos y de las ganancias excavaremos pozos de agua para los peregrinos en las fiestas.

Los residentes de la ciudad también podrán usarlos. Así que, incluso sus propios clientes, se beneficiarán con su ofrenda, y ustedes estarán tranquilos."

Los dos comerciantes dejaron el Templo Sagrado con sus corazones llenos de alegría, sabiendo que nunca cedieron de sus costumbres de honestidad estricta y bondad.


lunes, 23 de febrero de 2009

Rabino Yaakov Salomón - Los Amigos No Crecen en los Árboles


¿Por qué algunas personas tienen la bendición de tener amigos maravillosos y afectuosos mientras que otras parecen estar destinadas a la soledad?

Amigos. Tengo la sensación instintiva que 'Friends' es algo más que una serie televisiva de moda. Lo que quiero decir es que Google solamente, me dio 636.000.000 referencias para amigos, en 0.27 segundos. Eso nos debería decir algo.

Y lo hace.

Nuestra búsqueda, nuestro deseo, y nuestra necesidad de rodearnos de gente con la que podamos compartir nuestra vida, comienza cuando aún no podemos hablar y pareciera no acabar nunca.

Por momentos, pareciera que nuestra real existencia está frecuentemente dominada por los amigos que tenemos - o no tenemos.

Anhelamos tener amigos; necesitamos amigos. Ansiamos tener amigos; Añoramos por amigos. Los amigos nos pueden dar razones para vivir... para llorar... para emular... para luchar... para alardear... para jugar... y para estar tristes.

¡Qué poder!

Y aún así, definir exactamente de donde emana esta fuerza inmensa es difícil de describir. Piensa en tus tres amigos más cercanos y trata de identificar el rol que ellos juegan en tu vida. No es tan fácil ¿verdad? Ahora, trata de imaginarte la experiencia de algún evento en tu vida, de incluso menor significado, sin ningún amigo tuyo a tu lado. ¿Qué puede ser más triste?

Pero alcanzar el éxito en esta búsqueda crucial no es automático.

Todos conocemos gente que está rodeada de montones de amigos buenos y leales, mientras que otros no conocen de esos círculos. En cambio, ellos pretenden amar su autonomía y soledad (En realidad no puedes confiar en nadie más que ti mismo...), mientras sufren en silencio - solos, desanimados, y secretamente temerosos del mañana.

La pregunta se enfoca en el eterno dilema sobre el rol de Dios en la predeterminación de nuestra vida vs. nuestro propio esfuerzo en causar nuestros éxitos y fracasos.

La pregunta es "¿Por qué?".

¿Por qué algunas personas tienen la bendición de tener amigos maravillosos, sabios y afectuosos mientras que otras parecen estar destinadas a la soledad?

La pregunta es problemática.

No sólo porque afecta profundamente a mucha gente, sino porque se enfoca en el eterno dilema sobre el rol de Dios en la predeterminación de nuestra vida vs. nuestro propio esfuerzo en causar nuestros éxitos y fracasos. ¿Cuál es la realidad? ¿Hay gente que ha sido realmente bendecida con esas increíbles relaciones? ¿Están otros en realidad destinados a una vida aislada e insípida?

* La Voluntad de Dios VS. El Libre Albedrío

Las grandes mentes han luchado cuerpo a cuerpo con esta pregunta tan central a lo largo de los milenios. La literatura filosófica y las responsas están repletas de intentos por abrir el misterio de saber exactamente cuánto interviene y determina Dios nuestro destino y nuestras decisiones en la vida. Yo lejos de ser una autoridad en este tema tan confuso, sólo puedo decir una frase trillada sobre esto. No muchos de nosotros han comprendido o comprenderán esto completamente.

Lo que sí parece claro, sin embargo, es que pocos, si acaso alguno, de los eventos de nuestra vida personal, ocurren sin que estén en juego ninguna de estas dinámicas. En otras palabras, casi todo lo que nos pasa, sucede como resultado de la combinación de la voluntad de Dios y de nuestro propio esfuerzo.

Por ejemplo, nadie llegó nunca a ser millonario por cobrar el peaje en una autopista. Convertirse en un millonario usualmente requiere de un plan de acción, una o tres caídas, y mucho esfuerzo. Y luego alguna intervención divina también (o un tío muy rico que haya fallecido). Y aún así, muchos siguen exactamente la misma fórmula y no obstante se quedan con las manos vacías.

"De la misma forma, es injusto esperar vivir una vida larga y saludable mientras constantemente te da banquetes de hamburguesas, frituras, mousse de chocolate, y panqueques con dulce, no dejas nunca el sillón excepto para merodear por el microondas, te fumas tres paquetes al día y enfrentas constantemente el estrés financiero y emocional. Por supuesto, todos conocemos gente, algunos de ellos con más de 80, quienes parecen estar haciendo exactamente eso. (¡Probablemente no lo podemos soportar!)."

En otras palabras, no hay garantías.

Frecuentemente jugamos a los porcentajes. En las finanzas, en la salud y en incontables áreas que son cruciales en la vida reconocemos que Dios tiene la última palabra, pero nosotros tenemos que hacer nuestra parte. Y luego rezamos y esperamos que suceda. Muy razonable.

Pero no todo debe ser abordado de esa forma. Hay ciertas facetas de nuestra existencia que parecieran pesar más hacia un lado o hacia el otro.

Por ejemplo, mientras que los cosméticos, la ropa, el estilo, y el arreglarse muy bien, pueden ciertamente ayudar, la buena apariencia de una persona está más definida por Dios que por sus propios esfuerzos. Frustrante, tal vez, pero igualmente verdadero. Y tú debes pensar que tienes números de la "suerte" o tienes derecho a algún "sistema" increíble, pero a pesar de que ganes o no la lotería, es claramente más que obvio que está más en el dominio de lo Divino que en el tuyo.

Lo siento. Incluso es más obvio en si alguien es más propenso a tener alergias o no (muy poco tiene que ver con la cantidad de vitaminas que ingiere). Estas cosas - y otras - tienen más relación con las elecciones que Dios toma que con nuestros propios esfuerzos.

Contrariamente, puede argumentarse que mientras la gente pueda nacer con una predisposición hacia cierto rasgo de carácter (bondad, sensibilidad, paciencia, etc.), frecuentemente, nosotros somos los responsables de nuestro comportamiento. Mientras más trabajo hacemos por perfeccionar nuestro temperamento y modales, más perfecto pueden llegar a ser.

Seguro, la ayuda de Dios es siempre importante, pero pareciera ser que en lo referente a nuestra fibra moral, nosotros sostenemos la aguja y el hilo.

Así es que a veces Dios está dirigiendo el show, a veces lo hacemos nosotros, y a veces pareciera estar más equilibrado.

* Adquiriendo Amigos

Y ahora llegamos a la amistad.

¿A qué categoría pareciera ajustarse mejor? Mucha o la mayoría de la gente parece haber dejado referido este tema bajo la supervisión de Dios. Como dijimos antes, algunos de nosotros fuimos bendecidos con muchos y maravillosos amigos; otros están destinados a una soledad relativa.

Francamente, estoy en desacuerdo.

Akiva, un amigo mío, escuchó que un renombrado rabino se estaba cambiando a su barrio hace unos años. Él había disfrutado de una relación casual e infrecuente con él, pero siempre soñó con desarrollar una amistad verdadera. Él no esperó a que el rabino se mudara para luego "ver qué sucedía". Él no contó con una casualidad favorable (Dios) para orquestar que sus caminos se cruzaran. Él en realidad se sentó a escribirle una carta antes de que se mudara - dándole la bienvenida al barrio y sugiriéndole planificar una sesión de estudio semanal de una hora, antes del cambio.

El hecho es que, por alguna razón el rabino rechazó la solicitud inicial de Akiva. Pero la carta fue muy apreciada e inició una importante amistad.

"La amistad no es ni un lujo, ni una carga, ni un síntoma de problemas de dependencia de infancia no resueltos. Es un componente esencial de la condición humana."

Sí -algunos necesitan amigos más que otros.

Pero incluso los Sabios de la Mishná - hace unos 1800 años atrás - nos imploraron, "Acepta a un maestro sobre ti y adquiere un amigo (Ética de los Padres, 1:6)".

Adquirir un amigo no significa esperar en casa que tu celular vibre, y luego lamentar tu mala suerte cuando te sientes solo. Una adquisición de este tipo requiere de motivaciones serias, estrategias muy específicas, y la valentía de arriesgar. No es fácil exponer tu vulnerabilidad y correr el riesgo de ser rechazado. A menudo tienes que reunir alguna dosis fuerte de jutzpá (desvergüenza) para acercarte a alguien que apenas conoces y empezar una conversación, hacer una pregunta, o invitar a alguien a un evento.

Las circunstancias - las verdaderas, como la edad, tiempo, vecindad, círculo de amigos, situación financiera, timidez, mal aliento, etc. - con frecuencia son obstáculos formidables que hay que vencer. Pero esto merece el esfuerzo.

"La vida es muy complicada y frágil como para estar solo."

Todos necesitamos por lo menos una mini "Junta Consejera" en estos tiempos. Y tener la esperanza, la expectativa, y rezar, que estas amistades se reproduzcan y desarrollen por sí solas es poco realista.

Tomar un rol activo en esta crucial búsqueda significa sentarse con un lápiz, papel y cerebro y estudiar detenidamente quién, dentro de tu radar personal, sería una adición realmente valiosa a tu libreta de direcciones. Crudo y poco romántico como puede sonar, la táctica específica entonces tiene que ser formulada y puesta en práctica a fin de aumentar tus posibilidades de establecer una amistad significativa.

"¿Pero no es que Dios pone a las personas juntas si a ellas les corresponde estar juntos?".

Sí... a veces.

Pero más a menudo, tú tienes que hacer la mayor parte del trabajo. Y la misma ética de trabajo seguramente se aplica después - cuando tú quieres hacer la amistad significativa, satisfactoria, y duradera.

Dios puede ayudar. Pero tú debes hacer que suceda.

Esto es sólo el modo en que es.


domingo, 22 de febrero de 2009

Rabino Shalom Arush - ¿Que quiere el Creador de mi?

Rabino Shalom Arush

"El Creador le dice a cada una de sus criaturas: ¡Mi querido hijo! Por ahora, a pesar que tienes mucho para corregir, estoy satisfecho contigo así como eres; Yo me glorifico contigo, y estoy contento contigo, y solo deseo beneficiarte más y más."

El tercer nivel es la creencia, que en todo lo que le sucede al hombre hay un mensaje que pertenece a su finalidad – a su conexión con el Creador.

Por supuesto, que cada cosa que hace el Creador tiene una finalidad, y el hombre que cree en la Supervisión Individual debe buscar que es lo que el Creador quiere de él. Esto es algo obligatorio según la lógica, pues el Creador le trae tal y tales acontecimientos para enseñarle un cierto razonamiento; o para estimularlo a corregir una cosa determinada; o arrepentirse de un pecado o una falta; o fortalecerse para cumplir un Precepto que le falta o que está debilitado; o que está dormido espiritualmente y debe ser despertado.

O por el contrario, el se conduce con una grandeza que no es adecuada a su verdadero nivel espiritual y debe ser limitado, y muchas más posibilidades. Y cada uno debe esforzarse según su nivel espiritual para entender cual es el mensaje del Creador, y corregir lo que hace falta.

El mensaje general que conecta entre todas las cosas que pasan en la vida del hombre es la fe, porque la esencia de la voluntad del Creador en este mundo, es aproximar al hombre a la fe. Por lo tanto, en todo lo que le pasa al hombre, el Creador lo dirige a estudiar la fe. Y el hombre debe buscar en todo lo que le sucede la inteligencia divina que lo acerque a la fe.

Como está escrito (Likutey Moharán I, 1):

"Porque el hombre debe siempre contemplar la inteligencia divina de cada cosa, y conectarse a la sabiduría y a la inteligencia divina que existe en cada cosa, con el objeto que esa inteligencia le ilumine para acercarse al Creador por medio de esa misma cosa… Pero el que no se conecta a la inteligencia divina… corresponde a Esau que despreció la primogenitura, como está escrito: "Y Esau despreció los derechos del primogénito", es decir la inteligencia divina, esto es la razón de porque "No toma placer el necio en la inteligencia, sino en el descubrimiento de su corazón".

Este tema de la búsqueda del mensaje del Creador es muy profundo y muy amplio. Y en verdad, todo este libro se ocupa de esta búsqueda. Pero el primer fundamento que debe el hombre poner en su corazón para lograr este nivel, que es la perfección de la fe, es el fundamento que "no hay sufrimientos sin pecados" (Tratado Shabat, 55).

* ¿Por qué tengo sufrimientos?

El hombre que tiene sufrimientos debe antes que nada examinarse a si mismo, si está satisfecho consigo mismo y si está satisfecho conlo suyo. Porque cada hombre está obligado a ver el bien que tiene, su belleza, sus puntos buenos, los Preceptos que cumple, sus buenas cualidades, sumisericordia, su buena voluntad – que está lleno de buenos deseos, y queen verdad no quiere hacer nada mal, sino que quiere ser según la voluntad del Creador. El debe simplemente amarse, estar contento consigo mismo, mirarsepositivamente, y juzgarse totalmente en forma positiva.

Porque el hombre que no ve la belleza de si mismo, ¡No podrá creer en el Creador!

El Creador le dice a cada una de sus criaturas: ¡Mi querido hijo! Por ahora, a pesar que tienes mucho para corregir, estoy satisfecho contigo así como eres; Yo me glorifico contigo, y estoy contento contigo, y solo deseo beneficiarte más y más.

* He aquí Yo te amo, ¿Por qué entonces no te amas a ti mismo?
* He aquí Yo estoy contento contigo, ¿Por qué entonces no estás contento contigo mismo?
* He aquí Yo me glorifico en ti, ¿Por qué entonces no ves tu gloria?
* He aquí te espero, y no te persigo, ¿Por qué entonces te persigues a ti mismo? ¿Por qué no tienes la creencia que Yo te amo?

"Ciertamente crees que soy todopoderoso, y que te puedo ayudar fácilmente en cada cosa que necesitas. ¿Por qué entonces estás desesperado? Será que es demasiado difícil para Mi salvarte en la situación en que te encuentras? Yo deseo que estés alegre por todo lo que te he ayudado hasta hoy. Mira todo lo que Yo hice por ti hasta este momento, y después pídeme que te ayude más adelante."

En efecto, por lo tanto la primera cosa sobre la que se juzga al hombre es sobre su fe. Porque la tristeza y el perseguirse a si mismo, la angustia y la amargura – son todas falta de fe. Y ciertamente si creyera con fe completa que el Creador está siempre presente, y oye sus plegarias, ciertamente no tendría ninguna tristeza y ninguna debilidad y su plegaria no le resultaría pesada. Y por cierto rezaría como se debe y rezaría mucho, y pediría al Creador todo lo que necesita.

Porque tener fe es estar "contento con lo suyo"; y la fe es plegaria. Y si el hombre no está contento con lo que tiene, y no reza , este es el primer juicio que se le hace. Por esto, al hombre que no tiene alegría, le está prohibido juzgar sus acciones y arrepentirse. Porque en el estado que el está, solo llegará a perseguirse a si mismo y caerá en una terrible tristeza; y seguro dejará de creer que el Creador le ama.

* Todo su trabajo debe ser sobre la alegría.

Es decir, que buscará en si mismo buenas calificaciones, y verá solo la belleza y el bien que hay en él, y solo entonces cuando esté satisfecho consigo mismo y tenga buena disposición, solo entonces podrá creer en el Creador. Y de por si, su arrepentimiento será fácil, y podrá ocuparse en examinar su conciencia y confesar lo que debe etc., pues el cree que el Creador le ama, y que El es todopoderoso, y fácilmente le podrá cambiar y corregir lo que haga falta.


* Un gran peligro

Y debes saber, que no existe nada que trae tantos estrictos juicios sobre el hombre como la tristeza y la amargura. Como se ve en la Biblia en la sección de las reprimendas, que todas las terribles maldiciones escritas llegan por la falta de alegría, como está escrito (Deuteromonio 28:47):

"Por no haber servido al Eterno, tu Di-s, con alegría y con regocijo de corazón"

El reproche es todavía más grande cuando el hombre cumple con la Torá y los Preceptos y no está alegre, como está escrito en el libro del gran rabino Maimónides (Leyes del Shofar, Suka y Lulav, cap. 8, ley 15): "La alegría que alegra el hombre al cumplir los Preceptos y en el amor de Di-s que los ordenó, es un gran servicio al Creador. Pero el que evita esta alegría merece ser castigado, según lo que está escrito: "Por no haber servido al Eterno, tu Di-s, con alegría y con regocijo de corazón".

El Creador, bendito sea, es Justo, y se comporta con el hombre con misericordia y no con estricta justicia. Y cuando el hombre está insatisfecho, entonces muestra que no cree que la Supervisión del Creador es justa y compasiva. Esto inmediatamente despierta el atributo de juicio estricto que es celoso del honor del Creador.

Porque el hombre insatisfecho reclama en realidad que el Creador se comporta con él sin justicia, sin rectitud y no con la verdad; y no existe una más grande profanación del nombre de Di-s que esta.

Y debido que al Creador no le gusta ser deudor de nadie, inmediatamente se abre y se examina los libros de ese hombre para ver si son justos sus reclamos, y si en verdad no está siendo tratado correctamente. Por supuesto, se descubre la verdad que él es el deudor, y se ve que según sus méritos y sus deudas, el Creador se portó con él hasta ahora muy lejos de lo que debía según la ley, con benevolencia y misericordia. Y entonces el atributo del juicio estricto demanda que se haga justicia.

En el caso que ese hombre no se hubiera quejado, y estaba satisfecho con lo suyo, entonces no hubiera sido examinado el comportamiento de misericordia del Creador para con él.

Pero debido a que el hombre está insatisfecho, en esto supuestamente reclama juicio porque no es tratado con justicia - que esta es la única explicación a su tristeza y amargura - y entonces el atributo del juicio estricto determina que sea juzgado verdaderamente con el juicio estricto; y pobre del hombre que el Creador se conduce con él según todo el rigor de la ley, como está escrito (Salmos 143:2):

"Y no entres en juicio con Tu siervo, porque ante Tu ningún hombre viviente puede justificarse".

Continuará…

(Extraído del libro "En el Jardin de la Fe" por Rabi Shalom Arush)


* Breslev.co.Il

El Congreso Judío Mundial destacó “el liderazgo” de Argentina en Latinoamérica para combatir a los negadores del Holocausto.


* Itongadol/AJN (NuevaYork) - En una entrevista exclusiva con la Agencia Judía de Noticias (AJN), el secretario general del Congreso Judío Mundial, Michael Schneider, valoró la decisión de Argentina de expulsar al obispo Richard Williamson del país. Destacó que la administración de Cristina Kirchner "mostró una moral fuerte” y recomendó a “otros países que harían muy bien en seguir el espíritu en que Argentina llevó a cabo su decisión".

Además, Schneider señaló que no cree que "el antisemitismo desaparezca nunca, pero el mundo judío debe mantenerse alerta y pelear" frente a esta problemática. Además, alertó que "los iraníes están tratando de radicalizar a jóvenes musulmanes en todo Latinoamérica".

El Congreso Judío Mundial (WJC, por sus siglas en inglés) destacó que "el gobierno argentino mostró, otra vez, su liderazgo en Latinoamérica para combatir a los negadores de la Shoa (Holocausto)", luego de la decisión de expulsar al obispo Richard Williamson por haber negado la exterminio nazi.

"Lo apreciamos mucho porque es un ejemplo para todo el continente de Latinoamérica. El gobierno argentino mostró una moral fuerte y otros países harían muy bien en seguir el espíritu en que Argentina llevó a cabo su decisión", afirmó el secretario del Congreso Michael Schneider, en una entrevista exclusiva con la Agencia Judía de Noticias (AJN).

El secretario general de la organización señaló que aunque no en todos los países es ilegal negar la Shoá, "el mundo judío aprecia la decisión del gobierno argentino".

Consultado acerca de la ola de antisemitismo en el mundo, Schneider explicó que se trata de "una enfermedad" ante la cual "el mundo judío debe mantenerse alerta".

"No creo que el antisemitismo desaparezca nunca, pero el mundo judío debe mantenerse alerta y pelear contra antisemitismo y tomar acciones en las Cortes para llevar a la justicia a los casos más extremos de antisemitismo y procesar a todo aquel que niegue la Shoá en todos los países en los que es un crimen. Esa es la obligación de todo judío", sostuvo el secretario general del Congreso Judío Mundial.

Respecto de la situación de la comunidad judía de Venezuela, Schneider expresó su deseo de que el gobierno venezolano actúe tal como su canciller, Nicolás Maduro, le expresó en la última reunión que mantuvieron en Caracas, tras la profanación de la sinagoga de Caracas.

"Esperamos que el gobierno de Venezuela continúe estableciendo la comunicación con la comunidad judía y continúe dando a la comunidad judía los derechos que tiene como ciudadanos en Venezuela, que es lo que el señor Maduro me dijo cuando me reuní con él", comentó.

El secretario general del WJC advirtió acerca del peligro de Irán en América Latina y lo señaló como "un factor desestabilizante" en la región.

"Irán es un factor desestabilizante en Latinoamérica. Los iraníes están tratando de radicalizar a jóvenes musulmanes en toda Latinoamérica y esto es un gran peligro porque en la mayoría de los países de esa región, las poblaciones musulmanas viven en paz con las judías y eso fue por muchas décadas", explicó.

Schneider agregó: "Irán trata de cambiar el sentimiento de las generaciones más jóvenes para transformarse en también musulmanes radicales. Es un peligro que los gobiernos tienen la responsabilidad de monitorear y mirar cuidadosamente lo que los radicales iraníes hacen a su población joven".

"El Congreso Judío Mundial tiene muy buena relación con el pueblo musulmán moderado en el mundo, que quiere vivir la misma vida que todos, una buena vida para sus hijos y vivir en paz. Y esperamos que esto no cambie", enfatizó, por último, Schneider.

JR-GB


viernes, 20 de febrero de 2009

Shabat Shalom - Shalom Aleijem


- Esta tan popular melodía de la noche de Shabat hace referencia a los dos Angeles, que según nos cuenta el Talmud, acompañan al judío a su hogar el viernes por la noche, luego del Kabalat Shabat.

Estos vienen a observar si los preparativos de Shabat están correctos; si todo está en orden, bendeciran el hogar.

El Shalom Aleijem es un himno de bienvenida a estos ángeles y a su vez una plegaria para recibir bendiciones de paz y felicidad.

"La paz sea con vosotros, ángeles servidores,
Mensajeros del Altísimo, del supremo Rey de reyes, el Santo, bendito sea.
(Se entona tres veces)

Que vuestra venida sea en paz, ángeles de la paz,
Mensajeros del Altísimo, del supremo Rey de reyes, el Santo, bendito sea.
(Se entona tres veces)

Bendíceme con paz, ángeles de la paz,
Mensajeros del Altísimo, del supremo Rey de reyes, el Santo, bendito sea.
(Se entona tres veces)

Que vuestra partida sea en paz, ángeles de la paz,
Mensajeros del Altísimo, del supremo Rey de reyes, el Santo, bendito sea.
(Se recita tres veces)"



jueves, 19 de febrero de 2009

Pirké Avot - Rabán Yojanán ben Zakai




Talmidei Chachamim in the making, Jerusalem - '08


- Rabán Yojanán ben Zakai recibió de Hilel y de Shamai.

Él solía decir: Si estudiaste mucha Torá no te vanaglories, pues para ello fuiste creado.

Cinco discípulos tenía Rabán Yojanán ben Zakai, y ellos son:

* Rabí Eliézer ben Hurkanos,
* Rabí Yehoshúa ben Jananiá,
* Rabí Yosi Hacohén,
* Rabí Shimón ben Netanel y Rabí Elazar ben Araj.

Él solía enumerar sus méritos:

* Rabí Eliézer ben Hurkanos es como una cisterna sellada que no pierde una gota.
* Rabí Yehoshúa: feliz quien lo parió.
* Rabí Yosi es piadoso.
* Rabí Shimón ben Netanel teme al pecado.
* Y Rabí Elazar ben Araj es como un manantial desbordante.

Él solía decir: Si todos los sabios de Israel estuviesen en un extremo de la balanza y Rabí Eliézer ben Hurkanos en el otro, él pesaría más que todos ellos.

Aba Shaúl dice en su nombre:

"Si todos los sabios de Israel estuviesen en un extremo de la balanza, e incluso Rabí Eliézer ben Hurkanos junto con ellos, y Rabí Elazar ben Araj en el otro extremo, él pesaría más que todos ellos."


* Fuente: Pirké Avot - Capítulo Segundo

* Mesilot Ha Toráh

miércoles, 18 de febrero de 2009

Rabí Moshé Leib de Sasov - El ladrón


- Rabí Moshé Leib de Sasov, salió en cierta oportunidad a recorrer diferentes aldeas y pueblos para recolectar fondos para Tzedaká, pero no tuvo éxito en su cometido.

"Si no consigo reunir el dinero necesario sólo tengo en mi poder Bitul Torá ( dejar de lado el estudio de la Torá)."

Se dijo a sí mismo y decidió regresar a su hogar.

En ese instante escuchó sobre un judío que estaba en la cárcel por haber robado. El rabino hizo lo imposible para liberarlo, y cuando finalmente lo logró, le dijo al iehudí:

Ya ves, te atraparon, fuiste golpeado y casi te condenan a años de prisión, deja pues de robar!

El ladrón se sonrió y le dijo:

"Acaso porque una vez fallé no debo volver a intentarlo?"

Al escuchar esto Rabí Moshé Leib se dijo:

"Si este hombre no se amedrenta de los insultos y del arresto, y tiene claro que debe volver a intentarlo, por qué yo dejaré de esforzarme?"

No volvió a su casa y siguió su viaje hasta reunir todos los fondos necesarios.



martes, 17 de febrero de 2009

Recordemos al Jafetz Jayim


* Rabbi Israel Meir HaCohen (Jafetz Jayim, 5598-5693/1838-1933) - La mejor forma de obtener una amplia visión de un gigante de la Tora y de captar el genio de su mente y alma es relatar sus actos y pensamientos.

Quizás ningún erudito de la Tora ha cautivado tanto el corazón de los judíos como el "Jafetz Jayim" (o Jofetz Jaim, como se te denomina en Yiddish), Rabbi Israel Meir Hacohén, conocido como tal por su obra ejemplar que lleva este nombre., quien vivió en el pequeño pueblo de Radin en Polonia y cuya sabiduría ha trascendido las fronteras.

Cierta vez para ayudar a un estudiante suyo que había sido detenido por espionaje, el "Jafetz Jayim" decidió viajar a San Petersburgo a declarar a su favor. En las cortes rusas no se aceptaba afirmación sin prestar el juramento correspondiente ("diré la verdad, toda la verdad", etc.). Sin embargo, el Jofetz Jaim no prestaría juramento; para reforzar aún más la prohibición de jurar en falso, algunos se abstienen de jurar, aunque sea para decir una verdad absoluta.

Para obtener permiso especial para su cliente, el abogado defensor relató al juez una de la vivencias del "Jafetz Jayim":

"Este testigo invitó una vez a un hombre que estaba en la calle a alojarse en su casa. El invitado, quien en verdad era un ladrón, le robó todo lo que pudo y escapó. El Jofetz Jaim salió corriento tras él y le gritó: te entrego todos estos bienes con todo mi corazón"... "Dígame, le preguntó el juez, ¿Usted cree realmente esta historia?" "No sé, su señoría", admitió el abogado defensor, "¿pero inventan acaso cuentos así sobre usted o yo?..."

Medio siglo después de su muerte, el Jofetz Jaim aún sigue vivo en el corazón de su pueblo. A diario se menciona su nombre ya sea por una halajá (ley), un relato o una parábola. Aquellos que lo conocieron bien han contado tantas historias sobre su vida que no es necesario relatar su grandeza.

Su importancia va mucho más allá de nuestra imaginación. Incluso los relatos que nunca acontecieron podrían haber sido realidad, porque hay muchas cosas de su vida que jamás sabremos. A pesar de la gran cantidad de obras maestras que nos legó el "Jafetz Jayim", todos lo recuerdan más bien como un héroe popular. Se consideraba como un ser común a los demás y no aceptó nunca el puesto de rabino en su propio pueblo.

Desde pequeño siempre irradió un aire de santidad. En su adolescencia se preocupaba de vaciar todas las noches los baldes de agua del aguatero que los niños llenaban para hacerle una broma. Así ahorraba trabajo al muchacho quien, si no, se habría pasado horas enteras todas las mañanas rompiendo el hielo que se formaba en los baldes.

Cuatro años después de su matrimonio, el "Jafetz Jayim" recibió una herencia de 150 rublos que le permitió instalar una tienda de abarrotes para su esposa. Iba periódicamente al local para asegurarse de que las medidas y pesas estaban limpias y marcaban el peso exacto. Con una fe perfecta en D's, cerraba la tienda apenas ganaba el dinero suficiente para el día: no quería gastar sus esfuerzos en actividades mundanas.

Sin embargo, un día se dio cuenta de que la gente sólo compraba en su tienda y no en las demás y cerró inmediatamente el negocio para no hacer que los otros comerciantes perdieran su sustento.

Existe un sinnúmero de relatos sobre la honestidad, bondad, responsabilidad y modestia del "Jofetz Jaim" como, por ejemplo, cuando sacó una estampilla de una carta para devolvérsela al gobierno porque le había llegado por mensajero y otras historias similares. Sin embargo, los mejores relatos son aquellos que se hicieron sobre su más famosa cualidad:

Al cumplir los treinta años el Jofetz Jaim emprendió una campaña para luchar contra el hábito pernicioso de la difamación (lashón hará) y el chisme. Publicó entonces un libro anónimo titulado "Jafetz Jayim" ("El que ama la vida") -del cual recibió su nombre- que desencadenaría luego una verdadera revolución ética. En uno de los versos del Salmo XXXIV se nos plantea lo siguiente:

"¿Quién es el hombre que desea la vida (Jafetz Jayim), que desea multitud de días y ver el bien? Guarda tu lengua del mal y tus labios de hablar engaño..." (Tehilim-Salmos-XXXIV).

¡Imagínese lo que sería intentar escribir un ensayo sobre la difamación del compañero!. Algunos difícilmente llegarían a redactar cinco párrafos. Sin embargo, el "Jofetz Jaim" produjo una obra maestra de 300 páginas. En ninguna de sus palabras se percibe el cinismo y menosprecio que se podrían haber esperado de un hombre que da charlas y escribe sobre el delito moral de traer y llevar chismes. Se hicieron varios intentos para probar que ni siquiera el propio autor podía evitar caer en la grave acción difamatoria pero sólo se concluyó que él era sincero y que su único propósito era unir al pueblo judío y para que ninguno de sus componentes jamás deshonrase a otro.

* El Jofetz Jaim estaba indeciso, no obstante, sobre una de las leyes de lashón hará. No era asunto de que fuese verdadero o falso que uno no debe difamar a los demás ni escuchar chimes.¿Pero qué sucede cuando uno habla mal de sí mismo? ¿Puede esto acaso considerarse como habla difamatoria? El Jafetz Jayim pudo llegar, por casualidad, a una conclusión al respecto.

Un día que viajaba fuera de la ciudad, el Jofetz Jaim compartió el coche con un judío de otro pueblo. Como de costumbre, intentó entablar amistad con su compañero de viaje: "¡Shalom aleijem! ¿Quién es usted, de dónde viene y a dónde va?" "Me llamo..., vengo de... y voy a asistir a la charla del gran Jofetz Jaim".

Como no sabía que estaba frente al propio sabio, el viajero siguió alabándolo. "No es para tanto", afirmó el Jafetz Jayim. "¿Cómo se atreve? ¿Sabe de quién esta usted hablando?" "Claro, lo conozco muy bien y le repito, cuando usted lo conozca bien, verá que no es tan grandioso."Y la discusión prosiguió. El judío, no pudo controlar su rabia por tanta blasfemia. Pero el coche ya había llegado a su destino y cientos de personas se aglomeraban a su alrededor para saludar al Jofetz Jaim. Al darse cuenta de que había peleado con el propio sabio el hombre se sintió terriblemente avergonzado y entonces el Jafetz Jayim decidió que uno no debe hablar mal (lashón hará) de sí mismo.

Andaba todos los días con el mismo abrigo negro, gastado por los años. Guardaba uno nuevo de seda en su armario para el día que se anunciase la llegada del Mesías. Estaba convencido de que esto sería pronto, y no sólo hablaba de ello y lo escribió en "¿Tzipita Lishuá?"(¿Esperaste la redención?) sino que lo reflejaba en su estilo de vida. Para él éste era un mundo efímero porque la verdadera vida comenzaba en el mundo venidero.

* Un día un judío norteamericano fue a visitar al Jafetz Jayim a su casa, en el pequeño pueblo de Radin, en Polonia. El visitante se extraño mucho al ver cuan pobre y escaso era el amoblado en la morada de tan gran erudito.

Sólo había una mesa, bancos y una cama. Sorprendido, le preguntó por qué no tenía más muebles o comodidades. El Jofetz Jaim respondió con una pregunta:

"¿Dígame, dónde están sus muebles?" Aún más desconcertado, el judío replicó: "Soy sólo un turista que anda de viaje, no me quedo mucho tiempo en cada lugar y por ello no necesito muebles. Me estorbarían." El Jofetz Jaim sonrió. "Yo también soy sólo un turista, un simple viajero en este mundo, y espero estar aquí poco tiempo. Este mundo es sólo la antesala del mundo venidero. Y para ser una antesala, creo que está bastante bien amoblada..."

Los descendientes del Jafetz Jayim que viven actualmente en Jerusalén recuerdan otras anécdotas y hashkafot (puntos de vista sobre la vida) poco conocidas sobre su antepasado: El Jofetz Jaim odiaba el lujo. Pero peor aún que el énfasis que se daba al lujo en este mundo era la cantidad de bitul Tora ("anulación de la Tora", expresión utilizada para indicar la pérdida de tiempo) que éste generaba.

La segunda esposa del Jofetz Jaim, Miriam Fraida, era hija de un rabino acaudalado y estaba acostumbrada a una existencia más acomodada que la que llevaba en Radin. En la sala de estar/comedor del Jafetz Jayim sólo había una mesa de tablas toscas y bancos.


- Una mañana al volver de davening (rezo en Yiddish) el Jofetz Jaim se encontró con sillas nuevas muy elegantes en su sala de estar. No podía creerlo. Su esposa le explicó que sentía vergüenza de tener que sentar a ilustres rabinos en simples pisos de madera gastados. "¿Permitirías que alguien se sentase alguna vez en una Guemará?" le preguntó el "Jofetz Jaim". "¿Cómo voy a pagar estas sillas? Tendré que vender más libros para cubrir los gastos, lo que significa tener que correr a la imprenta, buscar al encuadernador, contactar al distribuidor... es decir, tendré que perder horas y horas de estudio. Te equivocas si crees que podrás ofrecer una silla a nuestros visitantes; de hecho, ¡así los sentarás en una Guemará!".

Además, el Todopoderoso declaró que ni Su nombre ni su trono serán terminados hasta que no se aniquile a Amalek. ¿Cómo podemos entonces sentamos en cuatro sillas perfectas si ni siquiera el trono de D's está acabado?". Para asegurarse de que ella había comprendido su explicación siguió hablando del tema durante ocho o nueve horas...

Esta era su segunda esposa. Al irse a vivir a Radin después de la boda le dijo al "Jafetz Jaim" desde un principio que no viviría en una casa con piso de tierra. Aunque no estaba de acuerdo, el Jafetz Jaim mandó colocar un piso de madera sencillo.

Se repite esta misma idea en la escena siguiente: Un día el Jafetz Jayim encontró a su hija recién casada con un Sidur Korbán Minjá en las manos. "¿Qué es esto?", le preguntó. "Sólo un sidur", le respondió ella. Pero uno no podía evadir al Jafetz Jayim. "¿Pero para qué necesitas un sidur tan grueso escrito en un papel tan caro y con un empaste tan elegante?" "Rezo mejor con este sidur," le respondió su hija esperando que con esta explicación devota acabaría la discusión. Pero estaba equivocada.

"D's responde a nuestras oraciones, cualquiera sea el sidur que usemos", respondió su padre.

"No le importa si está grabado con letras de oro o empastado en cuero. Sin embargo, me preocupa que tu esposo pierda horas enteras ganándose el dinero para pagarlo en vez de dedicarlas al estudio. ¿No te das cuenta acaso que sólo se gana dinero a costa del tiempo que podría ser aprovechado para estudiar Tora? Empiezas con un sidur y luego pides candelabros de plata, después cortinas, quieres arreglar los muros, y así sucesivamente...". El Jafetz Jayim se pasó tres horas sermoneándola al respecto hasta que ella confesó que todas las recién casadas reciben un Sidur Korbán Minjá de sus esposos. Aunque quería ser igual a las demás, después de esa discusión ofreció devolverlo. El Jofetz Jaim le sugirió entonces que compartieran el sidur y que él pagaría a su yerno la mitad del precio del libro. Así cuando viajara fuera de la ciudad se llevaría el sidur para mostrar que también le pertenecía.

"El Jofetz Jaim no sólo trataba de hacer respetar los valores de la Tora a su familia sino que esperaba que todos aquellos que lo rodeaban siguiesen la misma norma."

Hay mucho que contar sobre el Jafetz Jayim pero no todo puede resumirse en un relato: Conocía lo suficientemente bien la naturaleza humana como para dudar de la veracidad de sus cuentos. Esto lo ayudó mucho a poder descartar todo lashón hará que haya pasado por sus oídos. "¡Confía plenamente en D's", solía decir, "pero no en la gente!"

Frecuentemente era aún más estricto con su propia conducta de lo que las mismas leyes dictaban para evitar profanar el nombre de D's. Al término de su vida, cuando ya estaba eximido de pasar Sucot en una Succá-cabaña-congelada por el frío, insistía no obstante en hacerlo para mostrar a todos aquellos que podían dormir en la Suca que no debían ser indulgentes consigo mismos.

* El "Jofetz Jaim" confesó que él nunca decía una bendición de más o mencionaba el Nombre de D's en vano pero que sí cumplía con la Takanat Ezra (inmersión en una mikvá antes de davening-oración-. Baño ritual de inmersión o debajo de un torrente de agua antes de la oración diaria matutina-Tefilat Shajarit-establecido por Ezra "El Escriba" en la época del Segundo Templo, hace unos 2500 años). El "Jofetz Jaim" insistía en que su esposa, Miriam Fraida Z.L, quien era también excepcionalmente bondadosa, no lavara el piso de madera. Todos sabemos que el Jafetz Jayim era una persona extremadamente minuciosa con respecto a su limpieza personal y aún cuando viejo solía agacharse a recoger un papel del suelo. ¿Por qué entonces su esposa no debía lavar el piso? Sentía que un pobre con las botas llenas de barro no sería bien recibido en su casa si su esposa recién hubiese limpiado el piso.

Sin embargo, la rebetzen (esposa del rab) lavaba el suelo todas las mañanas mientras el Jofetz Jaim salía a rezar. El no se había dado nunca cuenta de ello hasta que un día volvió a casa en medio de la oración y encontró a su esposa limpiando el piso. A pesar de su contrariedad no levantó la voz. No era costumbre suya. Expresaba su descontento de otra manera:

"No está bien, no está bien", dijo en voz alta. "Si sólo la gente restregara su neshamá (alma) en vez del piso, ¡imagínate cuan limpios y puros serían todos!"

La Rebetzen Zaks, hija del Jofetz Jaim, tuvo un comentario muy acertado cuando se le dio la idea de que escribiese cuentos sobre la vida de su padre: "Mi padre, Tz.Z.L, deseaba que la gente estudiase sus libros, no su persona..." Estas palabras reflejan su humildad. Sin embargo, los valores del "Jafetz Jayim" se trasmiten tanto en estos relatos como en sus obras.

* El presente artículo fue extraido de la Revista El Kolel con autorización de sus editores



domingo, 15 de febrero de 2009

Rabino Shalom Arush - ¡Tienes una Gran Fuerza!


"Muchos se preguntan a sí mismos: ¿Por qué yo no triunfo? ¿Por qué no me va bien? Y están confundidos y tristes. Todo esto es porque no conocen su propia fuerza."

Toda persona quiere triunfar en su vida, tanto espiritual como materialmente, cada uno desea llegar a la integridad de sus actos, llegar a la razón por la cual se encuentra en este mundo, cada persona aspira llegar al bien.

Muchos se preguntas a sí mismos: ¿Por qué yo no triunfo? ¿Por qué no me va bien? Y están confundidos y tristes. Todo esto, es porque no se conocen a si mismos, no conocen su propia fuerza.

* ¡Conócete a ti mismo!

En el hombre se encuentran fuerzas increíbles.

En el hombre se encuentra la Buena Inclinación y la Mala Inclinación.

La finalidad de la Buena Inclinación es acercar el hombre a su Creador, llevarlo al bien, a cumplir con la finalidad para la cual fue creado, hacerle conocer su propia fuerza y como debe utilizarla para el bien y para su crecimiento espiritual. Ayudarle a descubrir su propio "punto especial", así como dice Rabi Najman: "En cada uno... existe algo precioso, un punto, lo que no existe en los otros, y esta cualidad que posee influye, ilumina y estimula el corazón de su prójimo (hacia el Creador)" (Likutey Moharán I, 34). En ese "punto" es considerado el hombre un justo y un gobernante, y a esto es lo que la Buena Inclinación dirige al hombre con las fuerzas que se encuentran en él y que a las mismas debe querer descubrir y sacar a la práctica.

Por el contrario, La Mala Inclinación desea desanimar al hombre, provocarle perder la fe en sí mismo y en su poder, hacerlo caer en la tristeza y la desesperación, y alejarlo de su finalidad, llevarlo a creencias falsas y por intermedio de esto alejarlo del Creador. Ella lo priva de utilizar una de sus fuerzas, la cual es la fuerza principal en cada aspecto de su vida espiritual y material. En otras palabras, hacerlo perder el bienestar que le espera en el Mundo Venidero.

* ¿Cuál es esa fuerza?

La principal fuerza es "la fuerza de la voluntad", pues todo depende de la voluntad del hombre.

¿Cuantas veces se encuentra el hombre en situaciones en las que quiere hacer alguna cosa, rezar o estudiar sin que nadie le moleste, y no lo puede conseguir? Muchas veces... Todos nosotros conocemos y nos encontramos en este tipo de situaciones. Mas aún, poseemos las mejores condiciones para hacer una determinada cosa, mas sentimos la necesidad de dormir o ocuparnos de otra cosa, ¿por qué? La respuesta es que no tenemos bastante voluntad.

La fuerza de la voluntad es una fuerza enorme que empuja el hombre hacia adelante, pero el hombre no sabe cuando y como utilizarla.

Una de las batallas de Rabi Najman contra la Mala Inclinación, es la lucha sobre la fuerza de la voluntad. Y puesto que todo depende de la voluntad, la batalla de nuestro Rabi, que conoce y entiende los recónditos lugares del alma del hombre y todos los elementos y fuerzas que contiene, es sobre la voluntad.

Es por eso que nos enseña que "Si crees que se puede arruinar, cree que se puede corregir", y además nos indica: "Debes saber, que el hombre debe atravesar un puente muy angosto, y lo principal y esencial es no temer jamás" y esto es debido a otra regla más y muy importante que nos enseña el Rabi - "¡No existe desesperación alguna en el mundo!".

* No temas, nos dice el Rabi. Tú tienes una gran fuerza, tienes la fuerza de la voluntad. No obstante, debes esforzarte y trabajar, pues tienes la fuerza que te llevará a escalas muy elevadas. Pero sin fantasías y sin desanimarte deberás esforzarte y creer en ti mismo, en tu fuerza y que puedes hacer tu voluntad. ¡Debes saber, que toda la tendencia de la Mala Inclinación es desanimarte y destruir tu fuerza de voluntad que te empuja y te hace seguir adelante! Pero todo lo que debes hacer es "querer", despertar la voluntad y encaminarla por sendas positivas, ¡y así con seguridad llegarás al bien!

"Hay veces que la persona sí quiere, y tiene mucha voluntad, pero esta se dispersa en muchas cosas. ¡Este es el "trabajo" de la Mala Inclinación! Hacer que la persona intente hacer muchas cosas a la vez - en lugar de concentrarse en una sola, rezar por ello, conseguirlo y preservarlo - y de este modo la persona fracasa y se desanima."

El dispersar la voluntad, producto de la Mala Inclinación, es para impedir al hombre un trabajo espiritual fundamental. Es debido que el hombre tenga orden en todas sus cosas, así como se preocupa en tener sus cosas mundanas ordenadas, así también las espirituales deben estar ordenadas, quiere decir: el estudio se debe realizar en forma ordenada sin saltar de un lado al otro, y sin interrupciones innecesarias, ya que la Mala Inclinación desanima a la persona y le produce pensamientos de desesperación y tristeza diciéndole que no tiene el poder de lograr afrontar muchas cosas al mismo tiempo, ni tener éxito con una sola cosa y por esto es mejor ni tratar. Como consecuencia de estos pensamientos negativos (y ese tipo de argumentos), el hombre decae en su trabajo espiritual y siente una gran frustración.

Siente que no tiene fuerza para sobrellevar, o intentar sobrellevar los problemas y pruebas de su vida, y triunfar.

La falta de orden lleva al desánimo y a la falta de fe en la fuerza de la voluntad. Por eso es bueno saber, que es mejor "despacio pero seguro" y de que solo de esta forma es posible ver resultados positivos, aunque sean pocos, pero se logra conseguir algo y por supuesto reforzar la fuerza de voluntad.

Y como ya dijo Rabi Najman "También poco es bueno", y cuando logramos conseguir ese poco que es bueno, y también con un cierto esfuerzo de nuestra fuerza de voluntad, es esto digno de ser bien cuidado. Pues no tendría sentido estudiar una gran cantidad de materias si no tenemos la posibilidad de recordarlas e incorporarlas, sino solo lo lograremos por medio de un trabajo fundamental, que es rezar por cada detalle y detalle.

Es sabido que por cada cosa hay una cantidad de plegarias que se deben rezar. Quiere decir, que para poder modificar una mala cualidad, o sobreponerse a un mal apetito, el hombre debe rezar con meticulosidad, un tema tras otro.

Unas de las cosas por las cuales se nota la voluntad, su conexión y realización, es la plegaria. La fuerza de la voluntad se puede ver en la plegaria del hombre, pero no solo cuando la boca se mueve, sino cuando también el corazón, el cuerpo y el alma son parte de la plegaria. Tener voluntad junto con todos los órganos que participan en la plegaria, puesto que mediante la plegaria el hombre tiene el mérito de completar la corrección de su alma, llegar y cumplir su finalidad, descubrir y reforzar las fuerzas que posee y utilizarlas.

Entonces la Mala Inclinación no podrá desanimarlo ni con objeciones como "tu no eres bueno para esto" o "tu eres incapaz" etc. Pues el hombre le podrá responder de esta forma: Es cierto, no soy bueno para esto, pero es porque no he rezado lo suficiente, no he tenido bastante voluntad, pero ahora ya estoy un poco más fuerte y creo en mi voluntad y en las fuerzas que hay en mí, y por eso voy a rezar más por este asunto, y tendré éxito.


* Dijo Rabi Natan: "Dónde veo una privación, es o porque no han rezado por ello, o porque no han rezado lo suficiente". ¿Y cual es la privación? La falta de voluntad. Donde falta algo hay que llenarlo con voluntad y buenos anhelos y rezar por ello. No dejar "lugar vacío" a los malos deseos de la Mala Inclinación, que son los malos apetitos que le causan al hombre perder su voluntad de santidad.

¿Por qué justamente la plegaria? Por cuanto que la plegaria es la señal de la fe del hombre, y de la creencia en sus fuerzas. Sobre eso dijo Rabi Najman: En el momento que el hombre reza (con concentración), todas la fuerzas del hombre entran en las palabras de su plegaria y le ayudan a concentrarse todavía más. También le ayudan a fortalecer su voluntad y completar su privación.

El hombre debe saber que solamente existe una sola y simple voluntad, que es la voluntad del Creador. Cuando el hombre tiene este conocimiento y anhela conectarse con la voluntad del Creador y cumplirla, entonces logra conocer su misma fuerza. Pero cuando no hace esto, siente una sensación de frustración y se desanima.

* licaremos esto:

Existen etapas en la vida del hombre que son llamadas: "En orden" y "En desorden".

En orden: Cuando el hombre no intenta oponerse y actuar en contra de la Voluntad Divina, sino de conectarse con ella. Esta conexión se ejecuta por intermedio del "Habla", es decir la plegaria. De esta manera tiene el mérito que el Creador le infunde vida por intermedio de sus palabras, le completa sus faltas, y le entrega la Sabiduría y el Conocimiento de la santidad. Y como han dicho los Sabios "Si posees conocimiento ¿qué te falta?".

Porque por medio del Conocimiento el hombre logra llenar sus privaciones y conectase con la Voluntad del Creador, y como está escrito "Quien desea purificarse, desde el Cielo le ayudan" – y esto siempre cuando sus deseos son santos y se conectan con la Voluntad Divina.

* desorden: Cuando el hombre siente que no tiene éxito y que las cosas no están en orden, debe saber que esto es orgullo, y desea "reinar", ya que quiere que las cosas se solucionen a su manera, pero esto está en contra de la Voluntad del Creador. Y por eso llega el hombre al "desorden" y se desanima y se siente fracasado porque las cosas no van como el quiere.

Pero debemos saber que el hombre vino a este mundo para trabajar sobre su voluntad, y según el nivel de esta así se acercará al Creador, y las cosas estarán en "orden" según su fuerza de voluntad, la cual está conectada con la Voluntad del Creador por medio de su fe. Este es realmente el trabajo del Tzadik (Justo) en este mundo – fortalecer la fe en cada uno, hacer que el hombre se conozca a si mismo, y a las fuerzas que se encuentran en él.

"uando sientes frustración debes preguntarte a ti mismo: ¿Acaso tuve voluntad suficiente para conseguirlo? ¿Acaso recé lo suficiente por conseguirlo?"

¡Tienes una gran fuerza! Pero es muy importante no vivir con fantasías. No podemos pensar que sin trabajo, esfuerzo y voluntad podemos tener éxito, sino solamente cumpliendo los consejos, con el estudio de la Torá, la plegaria y el refuerzo de la fuerza de voluntad podremos llegar a los objetivos que nos hemos impuesto. Ya que "si queremos podemos".