jueves, 16 de julio de 2009

Modim





"Modim anáchnu lach shaatá hú HaShem Elohênu velohê avotênu leolam vaed,
tsur chaiênu, maguên yish'ênu ata hú ledor vador.

Node lechá unessaper tehilatêcha al chaiênu hamessurím beiadêcha.

Veal nishmotênu hapecudót lach,
veal nissêcha shebechol iom imánu, veal nifleotêcha vetovotêcha shebechol et, érev vavóker vetsahorayim.

Hatóv ki ló chálu rachamêcha vehamerachem ki ló támu chassadêcha,
ki meolám kivínu lach."


* Fuente: Siddur Tehilat HaShem

Rabbi Ierajmiel Tilles - Sin dudas



- Parecía tener sesenta años, estaba prolijamente afeitado y llevaba una kipá que indicaba que era un judío observante.

Le conté que yo había estudiado filosofía. Él sonrió, me preguntó si había oído hablar de Martin Buber (filósofo secular judío, existencialista) ya que tenía una historia interesante para contarme. (Era tan interesante que bajé del autobús cinco paradas después de la que pensaba.)

"Cuando era un joven, en Alemania, asistí a una de las conferencias del Profesor Buber acerca de “Cuentos de los Maestros Jasídicos". El hombre era un orador inteligente, un cuentista cautivador que me mantuvo literalmente fascinado durante toda su charla que duró varias horas.

"Pero después de la conferencia, cuando con muchísimo entusiasmo me puse de pie para aplaudir, la persona que estaba sentada a mi lado, me golpeó en el hombro y dijo:

“No se sienta tan exaltado. No estoy seguro de que el profesor preste atención a los preceptos básicos de la Torá”

Yo estaba espantado por lo que me decía. ¡La conferencia era acerca de temas jasídicos y de Rebes! “No se preocupe" agregó serenamente, “no es Lashón Hará (hablar mal de otro iehudí)) él está orgulloso de ello. Vaya y pregúntele”

Me aproximé al podio donde el Profesor estaba rodeado por sus admiradores y le pregunté:

“¿Es verdad que usted no observa los preceptos?”

"Él me miró con ojos inteligentes y dijo con un tono de misericordia: “Mi estimado joven, hay muchos niveles de conocimiento religioso y observancia. Existe el Judaísmo de Moisés que depende de la Palabra Escrita y las Mitzvot y existe el de Abraham; una pura conexión intelectual que es sin dudas la verdad. Y ése es mi nivel”

"Yo lo miraba en un shock y dije: ¡Pero esto es contrario a todo lo que usted ha hablado acerca de los maestros jasídicos!. ¡Y si me pregunta, es sin dudas nada más que puro egotismo!”

“Usted es aún muy joven” me contestó, “cuando sea mayor, entenderá” Me respondió.

"Bien" mi vecino de asiento continuó, volviendo sus ojos a los míos. "Unos años después vino la guerra. Pasé por los campos de concentración.

Vi asesinar a mis padres, a mis tres hermanos y cuatro hermanas. Estuve allí durante cuatro años que fueron como cien de infierno. Pero entonces, un día finalizó. Usted tiene que bajar pronto probablemente, por lo que le haré corta la historia”.

“Unos años después de que la guerra me mudé a América con mis parientes y viví en Los Ángeles cuando vi un anuncio en un periódico judío que decía que Martin Buber iba a hablar en un salón de conferencias.

Compré una entrada y fui.

Allí estaba el mismo hombre, un poco mayor, con las mismas historias y las mismas conclusiones filosóficas. Esperé hasta que terminó, caminé a él y le dije:

“Profesor Buber ¿me recuerda?”

Él agitó su cabeza. “No”.

Yo continué. “Bien, hace aproximadamente quince años en Berlín le pregunté por qué usted no cree en la Torá y usted contestó que yo entendería cuándo me hiciera mayor.

"Bien, quiero que sepa, profesor, que he crecido muchísimos años desde entonces y puedo decirle que, sin duda, ¡¡¡usted está completamente equivocado!! No existe algo así como Judaísmo sin los preceptos."

Me miró y dijo: "¡Usted haga su Judaísmo y yo haré el mío!”

Le contesté: “Usted haga su Judaísmo... ¡Y yo haré el de Di-s!"



martes, 14 de julio de 2009

Rabi Shraga Simmons - Cremacion



- Debido al alto costo de los entierros - ya sea en caja, tumba, porción de tierra, etc. - hoy en día mucha gente está optando por la cremación.

¿Cuál es la posición del judaísmo respecto de este tema?

El judaísmo permite sólo el entierro. Esto lo encontramos escrito en la Torá, cuando D'os le dice a Adam:

"Regresarás al polvo de la tierra, porque del polvo de la tierra has venido" (Génesis 3:19).

El judaísmo no sólo prohibe específicamente la cremación, sino que también exige que el cuerpo sea enterrado directamente en la tierra.

¿Por qué?

* Cuerpo y Alma

Al morir, el alma atraviesa una separación dolorosa del cuerpo que hasta ese momento había guardado al alma.

Este proceso de separación ocurre mientras el cuerpo se degenera. Cuando el cuerpo es enterrado se degenera lentamente, dándole comodidad al alma mientras se desliga del cuerpo.

Este desmoronamiento es crucial, y es la razón por la cual la ley judía prohibe efectuar el entierro en un mausoleo, ya que retrasa este proceso de pudrición.

También, los judíos son enterrados en una caja de madera, que hace la pudrición más rápida.
Por otro lado, la ley judía ordena que el entierro se lleve a cabo lo antes posible después de la muerte. (En Israel, los funerales generalmente se llevan a cabo el mismo día que la persona falleció). Todos estos requerimientos buscan el beneficio del alma.

Una de las razones por la cual el judaísmo prohibe la cremación es porque el alma sufriría un gran dolor debido a la manera tan no natural de desligarse del cuerpo, como dice el Talmud:

"El entierro no es hecho para los vivos, sino para el muerto" (Sanhedrin 47a).

¿Y que ocurrió con los millones de judíos que han sido cremados en los hornos Nazis?

El Todopoderoso seguro que resguardó estas almas para que no sufran esta agonía innecesaria.

* Resurrección

La tradición judía nos cuenta que cuando el cuerpo es enterrado, un hueso pequeño de la parte posterior del cuello nunca se desintegrará. Es de este hueso - llamado el hueso luz - que el cuerpo humano va a ser reconstruido en la futura Era Mesiánica, donde todos los muertos serán resucitados.

Con la cremación ese hueso puede ser destruido y el proceso de resurrección detenido.

La resurrección es una creencia fundamental del judaísmo así como lo expresa la obra clásica de Maimónides: “Los 13 Principios de Fe”:

"Creo con fe completa que vendrá la resurrección de los muertos cuando el Creador así lo desee".


* Fuentes: Bet Itzjak, Ioré Deá II, 195 (basado en el Talmud - Temurá 34a).

Ajiezer III, 72 N°4 (basado en Deuteronomio 21:23 y Maimónides - Leyes de Sanhedrin 15:8).


jueves, 9 de julio de 2009

Tishá B’Av y la verdad de las consecuencias.


- Joan, una hermosa mujer, alcohólica en recuperación, contó su historia en una reunión de AA:

Me case con Jeff, mi novio de secundaria, y tuvimos dos hijos, empecé a beber cuando nuestros hijos eran pequeños, pero Jeff no tenía idea. Escondía las botellas en lugares muy difíciles de encontrar, y bebía vodka, así que el nunca notó mi aliento.

Pero entonces mi adicción empeoró. Muy a menudo no podía levantarme en las mañanas para mandar a los niños a la escuela por la resaca, así que Jeff se dio cuenta. Él me advirtió que si no me detenía, yo destruiría nuestra familia. Pensé que sólo me estaba amenazando, y no lo escuché.

Mi bebida empeoró. Jeff me dijo, una y otra vez, que se divorciaría si no me mantenía en el camino. Pero tienes que entender que él estaba loco por mí y siempre lo había estado, así que yo sabia que él nunca lo haría.

Entonces, una vez en medio de la noche, me desperté después de un estupor alcohólico, debía haber estado así por mucho tiempo, quizás todo el día anterior. Miré alrededor y descubrí que Jeff y los niños se habían ido.

Quiero decir, se habían ido de verdad.

Se habían mudado y tomado sus cosas con ellos. No podía creerlo. Jeff siempre había estado loco por mí. Yo estaba segura que él volvería. Estaba segura hasta el día que llegaron los papeles de divorcio por correo certificado.

Entonces supe que había arruinado mi vida. Ahí fue cuando empecé a venir a AA.

* Avisos no escuchados

Tishá B’Av marca el día en que Dios se marchó y se llevó su casa con Él. Como el esposo en esta historia real, Él advirtió al pueblo judío, una y otra vez.

Como la esposa en esta historia, estábamos convencidos de que su amor incondicional lo mantendría con nosotros para siempre. Continuamos involucrándonos en acciones destructivas, despreocupados del efecto que tenían sobre nosotros y sobre nuestra relación con Él.

"Y entonces un día - el noveno día del mes hebreo de Av - Dios hizo exactamente lo que dijo que haría. Permitió que nuestros enemigos destruyeran el Sagrado Templo, que era la residencia de la Presencia Divina en el mundo físico, y Él se alejó de nuestras vidas."

Los judíos de la antigua Judea nunca conocieron una vida sin Dios. El Templo de Salomón había existido por casi 400 años. La vida diaria de Jerusalem se desarrollaba en relación al servicio del Templo, e incluso aquellos que vivían lejos estaban obligados a peregrinar al Templo tres veces al año.

La vida sin el Templo y la Presencia Divina era inconcebible como… la vista de Nueva York sin las torres gemelas.


- El terrible día cuando el Templo estaba en llamas fue un día de derrota y muerte, calamidad y consternación. Incluso la sensación que prevalecía, más que el horror y aflicción, era incredulidad. Así como Joan no podía creer que su esposo realmente la había dejado, así el pueblo judío - incluso después de 150 años de advertencias proféticas - no podía creer que Dios realmente los había dejado.

Si nosotros, los judíos de hoy, no podemos sentir pena por la calamidad de Tishá B’Av, entonces podemos encontrar nuestro punto de conexión en otro lado: en nuestra propia propensión a ignorar las consecuencias.

* Consecuencias

¿Es posible ser ambos, inteligente y tonto?

Dios creo un universo ordenado, uno de los principios es que las acciones tienen consecuencias. Aun la capacidad de los humanos de ignorar las consecuencias es increíble. Vi a una persona comprar con su dinero duramente ganado, un paquete de cigarrillos marcado con la advertencia, en letras grandes y negras:

"FUMAR MATA."

La mayoría de los fumadores no son masoquistas promoviendo un deseo de muerte. Si les preguntas, “¿No tienes miedo de tener cáncer de pulmón?”, te contestaran:

“Fumar no me va a matar, conozco a alguien que fumaba un paquete por día y vivió hasta los noventa”.

La misma negación aplica cuando nosotros:

· Comemos una segunda porción de helado, sin creer que mañana no podremos abrochar los botones de nuestra ropa.

· Coqueteamos con un miembro del sexo opuesto, sin creer que esto impactará negativamente nuestro matrimonio.

· Hacemos trampa en los negocios, sin creer que seremos atrapados alguna vez.

· Golpeamos o gritamos a nuestros hijos, sin creer que eso debilitara la relación una década después.

· Gastamos los mejores años de nuestras vidas en una carrera, sin creer que quizás estamos perdiendo la posibilidad de tener una familia.

¿Como puede la gente inteligente vivir en un mundo tan irreal, donde ningún objeto proyecta una sombra?

* Falsos profetas

Dios envío una firme sucesión de profetas al pueblo judío para advertir que las consecuencias de sus pecados serian destrucción, derrota, y exilio. ¿Por qué no escucharon?

Por cada profeta verdadero, había muchos falsos profetas. La biblia exhorta a la gente a no escuchar a los “falsos profetas”. Así, mientras Jeremías le advertía al pueblo que si no cambiaban sus modos Jerusalem y el templo serían destruidos, los falsos profetas le aseguraban al pueblo que todo estaría bien.

"La voz del falso profeta interno proclama: “Puedes hacer lo que quieras, y todo estará bien”.

"La voz del verdadero profeta interno proclama: "¡Ten cuidado de las consecuencias de tus actos!"

En la Ética de Nuestros Padres se enseña que una persona sabia siempre formula la pregunta: “¿Si hago esto, que ocurrirá después?”.

· Si critico a mi vecino, ¿Que ocurrirá después?

· Si invito a mi linda secretaria a tomar algo después del trabajo, ¿Qué ocurrirá después?

· Si hago trampa sólo en este examen, ¿Qué ocurrirá después?

· Si le grito a mi madre, ¿Qué ocurrirá después?

Formular estas preguntas puede salvarnos de muchos desastrosos y locos resultados.

La incapacidad de contemplar las consecuencias puede guiarnos a resultados tan insignificantes como ganar unos kilos, o a resultados significantes como un divorcio, o a resultados cósmicamente catastróficos como la destrucción del Sagrado Templo y la partida de la presencia divina de entre nosotros.

La metáfora de Joan y Jeff no se aplica totalmente aquí.

En Tishá B’Av Dios “se mudó”, pero nunca se divorció del pueblo judío. El pacto de Dios con los patriarcas promete que, sin importar lo que hagamos, seremos Su pueblo eternamente. Dios nunca se casará con otro pueblo.

Pero incluso sin un divorcio, la separación es un estado de dolor. Estar separado del esposo amado, no vivir juntos, la falta de compañerismo, no disfrutar de la unión íntima - ¿Acaso es esa una consecuencia que una persona sabia elegiría?

En el momento en que Joan se despertó y fue a AA, era muy tarde para salvar su matrimonio.

Para nosotros judíos, nunca es muy tarde para reconciliarnos con nuestro Dios.


*Fuente: AishLatino.com

domingo, 5 de julio de 2009

Rab Itzjak Ginsburgh - Las Letras Hebreas (El Significado Místico)


BEIT

Propósito: Una morada aquí abajo para Di-s

La letra bet, primera de la palabra "casa", se refiere a la casa de Di-s:

"Mi casa será llamada Casa de Oración para todos los pueblos".

Consta en el Midrash que la Motivación Divina para la Creación, fue que el Santo, Bendito Sea, deseó tener una morada en la realidad inferior. El cumplimiento de este deseo, comienza con la creación del hombre, un alma Divina investida en un cuerpo físico, y prosigue con la multiplicación del hombre, la "conquista" completa del mundo para convertirlo en el reino de Di-s.

La Torá empieza la descripción detallada del Tabernáculo y sus utensillos, con la declaración de su propósito final:

"Y me construirán un Templo y moraré en ellos".

No dice "en él", explican los sabios, sino "en ellos", en cada uno y uno de los judíos. "Morar en ellos" es en esencia la revelación de Divinidad en el pueblo de Israel, siempre presente, pero a veces "ensombrecida", como en el tiempo del exilio y la destrucción del Templo.

La santidad innata del pueblo de Israel, causa que la Tierra Santa se expanda y eventualmente abarque toda la tierra (la realidad inferior), como está dicho:

"la tierra de Israel, se extenderá a todas las tierras del mundo".

Bet (bet-iud-tav) equivale numéricamente a la palabra "taavá", que significa "deseo" o "pasión" (412). En general, "taavá" connota una cualidad humana negativa, sin embargo, en muchos lugares denota la pasión positiva del tzadik, el hombre justo.

Un pasaje de Proverbios declara:

"El va a satisfacer la pasión del tzadik", y otro dice: "las pasiones de los tzadikim son sólo buenas".

La "taavá" de Di-s, el "Tzadik del mundo", está totalmente por encima de la razón y la lógica. En este nivel, no se puede preguntar "porqué". Como fue expresado por rabi Shneur Zalman de Liadi: "Sobre la pasión, no puede haber preguntas".

Como Di-s es la esencia del bien, entonces Su pasión es "sólo bien".

"¿Con quiénes se aconsejó el Santo, Bendito Sea, si crear o no el mundo? Con las almas de los tzadikim".

La expresión "las almas de los tzadikim", alude a todas las almas judías, como está dicho: "Todo tu pueblo son tzadikim".

El apelativo que se le da a Di-s, como el "Tzadik del mundo", se refiere al origen y unidad absoluta de las almas judías en Su Misma Esencia.

Cuando el alma desciende para ser investida en la conciencia y experiencia finita de un cuerpo aparentemente mundano, su tarea es llegar a ser el tzadik como una verdadera emulación de su Fuente, el "Tzadik de Arriba".

Esto se logra con el refinamiento y purificación de la pasión, taavá, que es volverse "sólo bien".

El "Tzadik de Arriba" mora en la Casa construida para El por el tzadik de abajo. Aquí, la pasión más profunda del Creador llega a su consumación. La bet grande, la primera letra de la Torá y el comienzo de la Creación, expresa su propósito final, como está dicho:

"Lo último en la acción, es lo primero en el pensamiento".

En la primera palabra de la Torá, Bereshit, las tres letras "auxiliares", (el prefijo bet y las dos letras finales, iud y tav), se leen bait, "casa" (equivalente a la escritura completa de la letra bet). La raíz de "bereshit", rosh, significa "cabeza". Entonces, la permutación más "natural" de bereshit se lee: rosh bait, "La cabeza de la casa". Una permutación de las letras de la palabra rosh es osher, "bienaventuranza".

Cuando el tzadik conduce a Di-s, la "Cabeza", a Su Casa, se convierte en una casa de verdadera y eterna felicidad.

El descender de la "Cabeza" para morar en Su "Casa" abajo, en verdadera felicidad, es el secreto de la brajá, "bendición", que comienza con la letra bet.

Nuestros sabios enseñan que la "gran bet", inicia la Creación en particular y la Torá como un todo, con el poder de bendecir. Di-s bendice Su Creación, la cual creó con el atributo de bondad, el atributo de Abraham, como se explicará en la letra hei.

Abraham, la primer alma judía, es encomendado con el poder Divino de bendecir, la "gran bet" de la Creación, como está dicho:

"Y tu serás [aquel que otorga] bendición".

Posteriormente, en el tiempo de su circuncisión, se le otorgó la "pequeña hei" de la Creación, el poder de atraer hacia abajo y manifestar la bendición Divina de felicidad en los detalles más pequeños de la realidad.

* La bendición sacerdotal está compuesta por tres versículos.

El número de palabras es sucesivamente 3,5 y 7, con diferencias iguales de dos (bet). El número de letras aumenta según el orden: 15, 20, 25, con diferencias iguales de cinco (hei). Las palabras representan la conciencia general o amplia, mientras que las letras representan la conciencia particular o pequeña. El poder de bendición "completo" es el de la bet, como está dicho:

"...Y colmados con la bendición de Di-s".

El poder de traer abajo la bendición a los pequeños detalles de la realidad es el de la hei.

Este servicio de Abraham, y de todos los judíos a partir de él, lleva al cumplimiento de la intención final de la Creación: la realización del poder de bendición de Israel, que el dominio del Rey (la "Cabeza de la Casa"), se extienda para abarcar toda la realidad, y de esta manera brindar verdadera felicidad a todos.


* Fuente: La Dimensión Interior es presentada por Instituto Gal Einai de Israel Con la finalidad de diseminar las enseñanzas de la dimensión interior de la Torá en la Tierra de Israel y en la Diáspora tomadas de las enseñanzas del rabino Itzjak Ginsburgh

miércoles, 1 de julio de 2009

¿Quién fue Eliézer Ben Yehudá?


- Eliézer Ben Yehudá fue el profeta y propagandista, el teórico y táctico, el signo y símbolo del renacimiento del hebreo moderno en el renaciente Estado de Israel.

El mismo escribió en 1908, en su periódico Hatzví:

"Para todo es necesario sólo un hombre juicioso, diestro y activo, con iniciativa para dedicar todas sus energías a su causa, y ésta progresará sin duda a pesar de los obstáculos que traben su camino... En todo nuevo acto, en cualquier paso aunque sea el más pequeño en la senda del progreso, es indispensable un pionero que emprenda el camino y deje de lado toda posibilidad de volverse atrás".

Para la restauración de la lengua hebrea, ese pionero fue Eliézer Ben Yehudá.

Eliézer Ben Yehudá, originalmente llamado Eliézer Itzjak Perelman, nació en la aldea lituana de Luzhky el 7 de enero de 1858. Al igual que todos los niños judíos de ese tiempo y lugar, comenzó a estudiar hebreo a muy temprana edad como parte de una educación religiosa.

Sobresalió en sus estudios y por último fue enviado a una yeshivá (academia rabínica) con la esperanza de que se convertiría en rabino. Sin embargo, como muchos jóvenes judíos promisorios de esa época en Europa Oriental, Ben Yehudá se interesó por el mundo secular, acabó por abandonar la yeshivá e ingresó en un gimnasio ruso, completando sus estudios como alumno externo en 1877.

En ese año Rusia proclamó la guerra al Imperio Otomano para ayudar a los búlgaros a recuperar su independencia de los turcos.

Ben Yehudá se vio cautivado por la idea de restauración de los derechos a los búlgaros en su suelo nacional. En el siglo XIX, varias naciones europeas habían revivido de esa manera, notoriamente los griegos, descendientes de la clásica Atenas, en 1829, y los italianos, herederos de la clásica Roma, en 1849. Ben Yehudá se vio profundamente influido por dichos renacimientos y extrajo la conclusión de que el concepto europeo de integridad nacional debiera aplicarse también a su pueblo (Israel).

Él tuvo la certeza de que si los búlgaros, que no eran un pueblo clásico antiguo, podían exigir y obtener un estado propio, también los judíos , "El Pueblo del Libro y herederos de la histórica Jerusalén", merecían lo mismo. Es verdad que Eretz Israel, la tierra de los judíos, contaba con pocos de éstos en el siglo XIX, y que el lenguaje de los judíos, el hebreo, era de hecho sólo una lengua escrita, no hablada, pero estaba convencido de que tales obstáculos no eran insuperables.

Para Ben Yehudá, los judíos debían retornar a su tierra histórica y comenzar a hablar de nuevo su lengua. Animado por esas ideas, determinó que él mismo se trasladaría a Palestina. Partió de Rusia en 1878, dirigiéndose primero a París a estudiar medicina, con el propósito de ayudar en el futuro a la comunidad judía de Eretz Israel.

Sin embargo, debido a sus propios problemas de salud (tuberculosis), no pudo continuar los estudios, aunque, para su crédito eterno, no vaciló en sus convicciones y en 1881 arribó a la tierra añorada con sus planes intactos referentes al renacimiento de la lengua hebrea.

De hecho, todavía en el exterior había ponderado la restauración y publicado varios artículos en diversos periódicos hebreos, sobre la triple cuestión del renacimiento del pueblo hebreo, de su tierra y de su lengua. En realidad, esos primeros artículos pueden ser considerados como precursores del sionismo político moderno, pues incluyen los elementos básicos del nacionalismo judío:

"el asentamiento en la patria nacional y el renacimiento de la lengua, la literatura y la cultura hebreas."

Ben Yehudá se asentó en Jerusalén, donde la mayoría de los judíos del país vivían en el seno de diversas comunidades, planificando la utilización de la ciudad como base para la difusión de sus ideas en la Tierra de Israel y en la diáspora. Adoptó varios planes de acción. Los principales eran de triple alcance y se los puede resumir como:


"Hebreo en el hogar",

"Hebreo en la escuela" y

"Palabras, palabras, palabras".

En lo que concierne al "Hebreo en el hogar", ya antes de llegar a la entonces Palestina y como resultado de su exitosa primera conversación prolongada en hebreo, Ben Yehudá había decidido hablar sólo en hebreo con todo judío a quien encontrara. Por lo que se sabe, esa primera conversación tuvo lugar con Guétzel Zelicovich o con Mordejái Edelman, en un café del Boulevard Montmartre en París.

Puesto que Ben Yehudá había comprobado por sí mismo que podía hablar sin tropiezos en hebreo con sus amigos y conocidos, quería que el hebreo fuese su única lengua tras su llegada a la Tierra de Israel. Cabe señalar que no le resultó, demasiado difícil, excepto quizás la falta de vócablos para ciertos temas.

En realidad, describió con gran entusiasmo sus primeras conversaciones en hebreo cuando, junto con su esposa, desembarcó en Iafo y habló con un cambista de dinero judío, con un posadero judío y con un carromatero judío. Porque aquí había encontrado gente simple que hablaba hebreo, quizás con errores, aunque siempre más o menos con naturalidad y fluidez. Pero Ben Yehudá quería que los judíos en Eretz Israel hablaran exclusivamente en hebreo. Por lo tanto, en 1882, cuando nació su primer hijo Ben Sión Ben Yehudá (o Itamar Ben Aví, como se lo conocía generalmente), su esposa Débora tuvo que prometerle que el recién nacido sería el primer niño de habla exclusivamente hebrea en la historia moderna.

Conforme a Ben Yehudá, éste era un acontecimiento simbólico muy importante para el futuro del renacimiento, pues con un niño en la casa, los padres y los visitantes tendrían que hablar y conversar en forma natural sólo en hebreo, sobre los asuntos más cotidianos. Y cuando finalmente el niño comenzara a hablar por sí mismo, Ben Yehudá tendría una vívida demostración de que el renacimiento de la lengua era realmente factible. Como escribió en la introducción a su diccionario:

"Si una lengua que dejó de ser hablada, sin que nada quede de ella salvo lo que resta de la nuestra, puede volver a ser la lengua hablada de un individuo en todas las necesidades de su vida, ya no cabe poner en tela de juicio que puede convertirse en la lengua hablada de una comunidad".

De todos los pasos dados por Ben Yehudá para revivir el hebreo, la utilización del "Hebreo en las escuelas" fue a todas luces el más importante y así por cierto lo comprendió. Sus primeros artículos, escritos cuando aún se encontraba en el exterior, trataban de cómo el lenguaje ruso había arraigado entre los jóvenes de Rusia, incluso entre aquellos para los que no era la lengua materna, por medio de su introducción como lengua de instrucción en las escuelas. En base al mismo principio, preconizó que los rabinos y los maestros utilizaran el hebreo como lengua de instrucción en las escuelas judías de Eretz Israel para todas las asignaturas, tanto las religiosas como las seculares.

Ben Yehudá comprendió que el renacimiento podría tener éxito, especial y quizá exclusivamente, si la joven generación del país comenzara a hablar libremente el hebreo. Por lo tanto, cuando Nisim Bejar, director de la escuela Torá y Avodá de la Alliance Israélite Universelle en Jerusalén, le propuso en 1882 que enseñara en dicha escuela, accedió.

El director Bejar comprendió la necesidad de utilizar el hebreo en su escuela porque, por primera vez, niños de diferentes comunidades judías iban a estudiar en la misma clase sin contar con otro lenguaje común fuera del hebreo. Bejar explicó a Ben Yehudá su método de enseñar hebreo por medio del hebreo, sistema directo sin traducción a otros idiomas, que ya se había había utilizado para la enseñanza del francés y otras lenguas. Bejar ya había probado el sistema en hebreo en la Escuela de la Alliance en Estambul, que dirigiera antes de trasladarse a Jerusalén.



Talmidei Chachamim in the making, Jerusalem - '08.

Ben Yehudá pudo ejercer sólo por espacio de un breve período debido a razones de salud, pero su enseñanza del hebreo fue exitosa. A los pocos meses, los niños ya charlaban flúidamente en hebreo sobre temas diarios relacionados con la comida, la bebida y la vestimenta, así como con acontecimientos diversos dentro y fuera del hogar.

Ben Yehudá sabía muy bien que de ello dependía el futuro del renacimiento.

Si los niños podían aprender hebreo en la escuela desde una edad bastante temprana, se convertirían en hebreohablantes unilingües cuando fuesen mayores.

Conforme a sus palabras:

"la lengua hebrea pasaría de la sinagoga a la casa de estudios, de la casa de estudios a la escuela, de la escuela al hogar y finalmente se transformaría en una lengua viva" (Hatzví, 1886).


* Fuente: CAIV - Confederacíon de Asociaciones Israelitas de Venezuela